De cada cuatro jóvenes que se gradúan de las universidades cordobesas, solo uno logra emplearse en su área de formación, una situación que está generando pérdidas millonarias en inversión educativa y frustrando las aspiraciones profesionales de miles de egresados en el departamento.
“Es una realidad que no podemos seguir ignorando”, advierte Boris Zapata Romero, secretario de Competitividad de Córdoba, quien señala que mientras las empresas locales importan talento de otras regiones, los profesionales cordobeses terminan subempleados o migrando a otros departamentos.
El panorama es preocupante: con un desempleo juvenil del 26% y apenas un 27% de jóvenes accediendo a educación superior, el departamento enfrenta una paradoja.
Por un lado, hay un exceso de graduados en áreas administrativas y contables, mientras sectores como energías renovables, logística portuaria y programación enfrentan una escasez crítica de profesionales.
Ante esta situación, la Gobernación de Córdoba ha puesto en marcha un ambicioso programa de articulación que involucra a 44 instituciones educativas.
El plan, que espera estar estructurado para febrero de 2024, contempla la reducción de tiempo en carreras profesionales, énfasis en formación técnica especializada y alianzas con plataformas educativas digitales.