Una innovadora iniciativa de conservación liderada por pescadores locales en Córdoba, Colombia, será presentada en la próxima Conferencia de las Partes sobre Diversidad Biológica (COP 16). El Proyecto Vida Manglar, que ha transformado a pescadores tradicionales en guardianes activos del ecosistema de manglar, ha ganado reconocimiento internacional por su enfoque comunitario y su impacto ambiental.
El proyecto, que abarca 8,500 hectáreas de manglares en la costa cordobesa, ha logrado la certificación en bonos de carbono azul a nivel mundial, convirtiéndose en un modelo de conservación y desarrollo sostenible. Esta iniciativa no solo protege un ecosistema vital, sino que también proporciona medios de vida alternativos a las comunidades costeras.
Los pescadores, que anteriormente dependían exclusivamente de la pesca, ahora participan en actividades de reforestación, monitoreo ambiental y ecoturismo. Esta transición ha permitido reducir la presión sobre los recursos pesqueros, al tiempo que se preserva el hábitat crucial para numerosas especies de aves y vida marina.
El proyecto ha documentado un aumento significativo en la población de aves como el Martín Pescador Grande (Megaceryle torquata) y la Garza Agamí (Agamia agami), especies que dependen de los manglares saludables para su supervivencia. Además, se ha observado una mejora en la calidad del agua y un aumento en la captura de carbono, contribuyendo así a la mitigación del cambio climático.
La iniciativa también ha tenido un impacto socioeconómico positivo. Los ingresos de las familias participantes han aumentado y diversificado, reduciendo la vulnerabilidad económica de la comunidad. Además, el proyecto ha fortalecido el tejido social y el orgullo comunitario, con los pescadores ahora identificándose como “guardianes del manglar”.
El éxito del Proyecto Vida Manglar ha atraído la atención de organizaciones internacionales y otros gobiernos interesados en replicar el modelo. La presentación en la COP 16 busca compartir las lecciones aprendidas y promover la adopción de enfoques similares en otras regiones costeras del mundo.
Los líderes del proyecto esperan que su participación en la COP 16 no solo destaque los logros de Córdoba en materia de conservación, sino que también inspire a otras comunidades y gobiernos a adoptar estrategias de conservación lideradas por la comunidad.
Este proyecto ejemplifica cómo la conservación de la biodiversidad puede ir de la mano con el desarrollo sostenible y el empoderamiento comunitario, ofreciendo una visión esperanzadora para el futuro de los ecosistemas costeros y las comunidades que dependen de ellos.
