Cientos de turistas fueron evacuados y decenas de vuelos suspendidos el jueves, horas antes de que el huracán Beryl, de categoría 2, toque las costas del Caribe mexicano. La tormenta se encontraba a 345 km de Tulum, un popular destino turístico cerca de Cancún, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.
Se espera que Beryl, con vientos de hasta 175 km/h, impacte entre la noche del jueves y la madrugada del viernes, antes de moverse hacia la península de Yucatán. Hasta ahora, el huracán ha dejado siete muertos en el Caribe y Venezuela.
El aeropuerto de Cancún ha cancelado alrededor de 100 vuelos nacionales e internacionales, y el gobierno de Tulum ha ordenado la suspensión de actividades a partir de las 21:00 GMT del jueves. Las medidas incluyen el cierre de supermercados y la protección de negocios con tablas de madera. En Tulum, donde habitan unas 47.000 personas, el aeropuerto también suspendió operaciones.
Muchos turistas han sido evacuados de los hoteles costeros, mientras otros intentaban salir en autobús de la zona de impacto. Algunos turistas, como Virginia Rebollar y su familia, expresaron su preocupación pero confiaron en las preparaciones locales.
Protección Civil ha detenido actividades en los municipios de Felipe Carillo Puerto y José María Morelos, donde se espera que el ciclón tenga mayores efectos. El ejército mexicano ha desplegado 8.000 efectivos en Tulum y ha preparado despensas y agua purificada para distribuir.
Doble impacto en México
El gobierno mexicano estima que Beryl tocará las costas como un huracán categoría 1, cruzará la península de Yucatán y se fortalecerá en el Golfo de México antes de impactar nuevamente en Tamaulipas. El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció un plan de contingencia para esa región.
Daños en el Caribe
Beryl es el primer huracán de la temporada del Atlántico, sorprendiendo por su rápida intensificación, temporalmente alcanzando la categoría 5. Los expertos atribuyen estas tormentas más intensas al calentamiento oceánico causado por el cambio climático.
La tormenta ha causado daños significativos en el Caribe, con siete muertos: tres en Granada, uno en San Vicente y las Granadinas, y tres en Venezuela. También dejó cortes de energía e inundaciones en las Islas Caimán y dejó a más de 400.000 personas sin electricidad en Jamaica.
El Rey Carlos III expresó su tristeza por la destrucción causada, mientras que los líderes de Granada y San Vicente y las Granadinas destacaron los esfuerzos necesarios para la reconstrucción de las áreas afectadas. La NOAA ha pronosticado una temporada de huracanes excepcional, con varias tormentas de gran intensidad esperadas.
