Durante una audiencia con miembros del movimiento Consejo Nacional de la Renovación en el Espíritu, el papa Francisco expresó su escándalo ante la falta de visitas a padres en residencias de ancianos. Hizo hincapié en que el testimonio de vida es fundamental y cuestionó la eficacia de oraciones y himnos sin un servicio concreto y cercano a los demás.
Francisco destacó su admiración por el movimiento, a pesar de sus reticencias iniciales, y alentó a sus miembros a ser un movimiento eclesial comprometido, más allá de expresiones superficiales. Habló sobre la importancia de la acción de gracias, la alabanza y el asombro ante la gracia de Dios en un mundo obsesionado por la cultura del tener y la eficacia.
El papa enfatizó la necesidad de la caridad concreta, especialmente hacia los ancianos en dificultades o en residencias, resaltando que las acciones hablan más fuerte que las palabras o los gestos vacíos. Su mensaje subraya la importancia de vivir la fe a través del servicio y la atención a los más vulnerables en la sociedad.
