Regalos para el nuevo año

Opinión/ Por Marta Sáenz Correa En este año que inicia, tenemos que darle las gracias a mi Dios por todas las cosas buenas que hemos recibido, los momentos felices que compartimos con nuestra familia y amigos, y los momentos difíciles que pudimos o no superar, porque de estos nos ayudan a crecer como personas. En nuestra vida cotidiana es muy usual que pidamos cosas para el año nuevo y no nos detenemos a pensar que es más fructífero pedir o dar momentos de alegría. Todos compartimos la idea que además de los compromisos que tenemos con los amigos y compañeros
9 años atrás
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Opinión/ Por Marta Sáenz Correa

En este año que inicia, tenemos que darle las gracias a mi Dios por todas las cosas buenas que hemos recibido, los momentos felices que compartimos con nuestra familia y amigos, y los momentos difíciles que pudimos o no superar, porque de estos nos ayudan a crecer como personas. En nuestra vida cotidiana es muy usual que pidamos cosas para el año nuevo y no nos detenemos a pensar que es más fructífero pedir o dar momentos de alegría.

Todos compartimos la idea que además de los compromisos que tenemos con los amigos y compañeros de trabajo, los regalos mas importantes son los que damos a nuestra familia, aprovechando estas fechas para decirles a través de un detalle cuanto los queremos. Lo importante del regalo es la energía que se pone en ello;  la parte material del regalo es importante, pero sin lugar a dudas la mejor parte es la del corazón, el sentimiento que se deposita es lo que se dará.

La columna de hoy va dirigida a reflexionar sobre el esfuerzo que hacemos en darles regalos materiales a los hijos, descuidando un poco lo fundamental. Recibí de un amigo un mensaje en la navidad que quiero compartirles por su contenido y reflexión: “Cómprale a tus hijos todo lo que quieran, disfrázate de Santa y regálale el mundo entero, que importa si se portó mal. Cómprale lentes muy oscuros para que no vea la realidad, un celular inteligente para que piense por el, un espejo grande para que le muestre sus virtudes y nunca sus defectos, y unos tapones para los oídos para no escuchar los gritos de papa y mama”. En vez de comprarle todo, mejor entrégales afecto, besos, abrazos; un regaño, si se porta mal, carácter para tomar decisiones, generosidad para compartir el pan, humildad porque en la vida uno es lo que uno da, tu ejemplo y más que todo tu tiempo. Algunos padres dedican mucho tiempo a sus ocupaciones laborales y dejan de lado a los hijos, y esa ausencia les hace pensar que no son queridos.

Cuando los padres comparten con sus hijos, estos pueden crecer emocionalmente; la compañía, el apoyo, el amor, el respeto, la educación y cada una de las cosas que proporcionan los padres ayudan a que los niños se sientan importantes. También, contribuye a que los niños valoren las cosas que no se obtienen por medio de dinero, como la compañía y el amor incondicional de los padres;  si se llena el vacío de los padres con cosas materiales, los niños solo van a querer recibir más y más regalos.

Destacamos:

Cuando le dedicas tiempo a una persona a pesar de lo ocupada que estas, le estas demostrando que te importa, que te interesa, que es especial para ti, que la quieres. Dedíquenle tiempo a las personas que aman y que les importan. En lugar de querer compensar con cosas materiales, den el mejor regalo que tienen: ¡SU TIEMPO!