Actualmente se encuentran la deriva, sin plantas para alimentarse o algo de agua para calmar la sed, llenos de polvo amarillo, como un rastro que dejan los camionetas y carrotanques de las petroleras que trabajan en la zona.
La Asociación de Protectores de la Fauna Colombiana, APROFAC, ha hecho varias denuncias y llamados de auxilio, junto a varios ambientalistas y habitantes de la zona, donde le piden a las autoridades que se coloquen en frente de la situación, porque consideran que las petroleras y la sequía están matando de física hambre y sed a los animales que habitan la región.
El director de la Unidad Departamental de Gestión del Riesgo de Casanare, Guillermo Pérez, asegura que ya han atendido la situación y que permanentemente abastecen de agua a los chigüiros, sin embargo, para las organizaciones defensoras no son medidas suficientes y piden responsabilidad y compromiso real con todas las especies que habitan la zona.