Carlos Anichárico, es oriundo de San Pelayo, y desde hace más de diez años se fue para Maracaibo en Venezuela, buscando un mejor porvenir; hace pocos días fue deportado por el Gobierno Venezolano, y sus hijos de 14, 10 y 9 años quedaron solos allá. Pide desesperadamente ayuda para buscarlos y traerlos a su lado.
Haciendo oficios varios, construyó su “casita propia”, y junto a sus tres hijos y su esposa, también colombiana, se esforzaba diariamente por salir adelante, sin embargo todo su esfuerzo se vino al suelo con el abrupto regreso a su tierra, sin nada entre sus manos.
Ahora el drama es doble, pues su mujer fue retenida por la Guardia Venezolana, mientras hacía una larga fila para comprar alimentos, hasta la fecha no sabe dónde está, y sus hijos se quedaron solos.
Por eso, llegó hasta las instalaciones de la Alcaldía de Montería, solicitando ayuda, para traer a su familia de vuelta. Dice que actualmente, el único camino para entrar a Venezuela, es la frontera con Paraguachón , en La Guajira, pues es el acceso que aún no ha sido cerrado.
Carlos espera que esta ayuda, para poder reencontrarse con su familia, no tarde tanto, y pueda encontrar los recursos para buscarlos antes que cierren todos los caminos.
