No habrá feliz navidad para 20 familias desalojadas en Ranchos del Inat
Montería. Escenas de descontento y llanto se vivieron ayer durante la diligencia de desalojo de aproximadamente 20 viviendas en el sector conocido como Ranchos del Inat, catalogado por las autoridades municipales como una invasión. Camas, sillas, colchones y enseres estaban a la intemperie, mientras los funcionarios de la oficina de espacio público de Montería, desarmaban las paredes de madera y los techos de zinc de las humildes viviendas. Aunque el desalojo contó con acompañamiento de la Personería de Montería y el ICBF, para los afectados sus derechos fueron vulnerados, pues no recibieron notificación alguna del procedimiento y porque no tienen
Montería. Escenas de descontento y llanto se vivieron ayer durante la diligencia de desalojo de aproximadamente 20 viviendas en el sector conocido como Ranchos del Inat, catalogado por las autoridades municipales como una invasión.
Camas, sillas, colchones y enseres estaban a la intemperie, mientras los funcionarios de la oficina de espacio público de Montería, desarmaban las paredes de madera y los techos de zinc de las humildes viviendas.
Aunque el desalojo contó con acompañamiento de la Personería de Montería y el ICBF, para los afectados sus derechos fueron vulnerados, pues no recibieron notificación alguna del procedimiento y porque no tienen otro lugar a donde ir.
“Me sacaron todas nuestras cosas a la fuerza, son cinco años los que tengo viviendo aquí y hasta el momento no nos han dado ninguna solución”, sostuvo Yuliana Andrea Giraldo, cuya vivienda fue desmantelada.
Según el inspector de Policía Gustavo Pérez Díaz, el procedimiento hace parte del programa de recuperación del espacio público y consistió en desmantelar 20 viviendas improvisadas que fueron edificadas recientemente sin ningún tipo de autorización, habitadas por familias que no están dentro del censo que maneja la oficina de vivienda del municipio.
“Las únicas familias que pueden estar aquí son al que están dentro del Censo a la espera de un subsidio o una vivienda, pero hay otros que no tienen ese permiso y deciden invadir acrecentando el problema”, indicó.
Sin embargo, Yuliana Andrea Giraldo, una de las afectadas, sostuvo que lleva más de 5 años viviendo en el sector y que desde el año 2012 hace parte del censo, sin que hasta la fecha haya recibido ayuda.
En el sector hay aproximadamente 200 familias en igual número de casas, que están censadas y a la espera de una solución de vivienda, pero el proceso ha resultado más lento de lo esperado.