Montería. Para este año, el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) se propuso iniciar la tarea pendiente de analizar a “ojo de águila” los suelos de aproximadamente 2,2 millones de hectáreas de los humedales colombianos, con el propósito de hacer el levantamiento de suelos y establecer en qué estado se encuentran.
Este estudio, compuesto por el análisis en 413 municipios de 24 departamentos, será entregado al Instituto Alexander von Humboldt en 2015, para que realice la delimitación de estos ecosistemas en coordinación con el Ministerio de Ambiente, al igual que se adelanta en las zonas de páramos de Colombia.
Los dos departamentos ganaderos por excelencia de la región Caribe de Colombia, Córdoba y Sucre, hacen parte de este “paquete”, ya que a su vez cuentan con varios cuerpos de agua que podrían estar siendo afectados por la ganadería o la agricultura.
Actualmente, el IGAC se encuentra culminando el estudio en aproximadamente 494 mil hectáreas de estas dos zonas del país, que entre ambos departamentos abarcan 47 municipios.
En Córdoba, el IGAC evalúa 364.000 hectáreas de humedales, distribuidas en 29 municipios; lo que lo convierte en uno de los 5 departamentos con mayor número de zonas de humedales a estudiar en todo el país.
El listado cordobés lo conforman los municipios de Montería, Ayapel, Buenavista, Canalete, Cereté, Chimá, Chinú, Ciénaga de Oro, Cotorra, La Apartada, Lorica, Los Córdobas, Momíl, Montelíbano, Moñitos, Planeta Rica, Pueblo Nuevo, Puerto Escondido, Puerto Libertador, Purísima, Sahagún, San Andrés de Sotavento, San Antero, San Bernardo del Viento, San Carlos, San José de Uré, San Pelayo, Tierralta y Valencia.
Los municipios que cuentan con mayor número de zonas de humedales a estudiar en Córdoba son Ayapel (62 mil hectáreas), Montería (50 mil), Lorica (34 mil) y Tierralta (19 mil).
Por su parte, en Sucre el IGAC centra sus estudios de suelos en 130.000 hectáreas en 18 municipios: Buenavista, Caimito, Corozal, El Roble, Galeras, Guaranda, La Unión, Los Palmitos, Majagual, Morróa, Sampués, San Benito de Abad, Betúlia, San Marcos, San Onofre, San Pedro, Sincé y Sucre.
“Estos estudios evidenciarán en qué estado se encuentran los suelos asociados a estos ecosistemas de gran importancia en la regulación hídrica del país, es decir si han sido ocupados por actividades como ganadería o agricultura, o si se han desarrollado otros usos que pongan en riesgo el equilibrio natural”, precisó Juan Antonio Nieto Escalante, director general del IGAC.
Este insumo, además de aportar al ordenamiento territorial, será utilizado por el Instituto Alexander von Humboldt para construir la metodología que defina la delimitación de estos ecosistemas y así evitar que desaparezcan.
Los humedales cumplen la función de retener agua, razón por la cual en épocas de lluvia evitan desbordamientos y en el verano que se sequen los suelos.