En menos de dos horas, decenas de familias lo perdieron todo en este municipio del Magdalena. Las aguas del río del mismo nombre se metieron a sus casas y los dejaron prácticamente en la calle. Hoy claman la ayuda del Estado y la solidaridad de los colombianos.
El censo preliminar de afectados da cuenta de 3.800 familias, aunque la cifra podría ser superior.
Desde el miércoles nadie duerme en los doce barrios inundados. Muchos se niegan a dejar solas sus viviendas, pero piden que en la atención les den prioridad a los niños.
Las Tablitas, Ariguaní, Chimila, 16 de Julio, Paz del Río, Brisas del Río, La Magdalena, Hawai, El Centro, Villa Fanny, La Esperanza y San Fernando, son algunos de los sectores que permanecen entre el agua.
En medio de la emergencia, sus habitantes no paran en su reclamo a los gobiernos local y departamental. “ Por qué no hicieron las obras de prevención, si meses atrás se había advertido lo que podría ocurrir”, coinciden muchos.
Una vez registrada la emergencia, una comisión técnica de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd), encabezada por su director, Carlos Iván Márquez, visitó las zonas afectadas. Luego de algunas horas, el funcionario presidió una reunión con las autoridades locales.
Allí se acordó enviar el primer paquete de ayuda alimentaria para las 3.80 familias afectadas.