La paridad que necesitamos en la política

Por: Mario Ruiz Soto


Quiero decirlo sin titubeos: mientras más excluyente sea el sistema político más débil es nuestra democracia. En Colombia tenemos una enorme paradoja: las mujeres representan el 52% de las personas habilitadas para votar, y hoy solo ocupan el 16% de los concejos; el 17% de las asambleas; el 12% de las alcaldías y el 16% de las gobernaciones.

Miremos como es la situación en la sabana del Caribe. De 13 curules de la Asamblea de Córdoba, tan solo hay una mujer. En el periodo pasado ninguna ocupó un asiento. En Sucre, la participación de mujeres es más alta, de 11 sillas en la Asamblea hay 4 mujeres. A nivel municipal, hay 85 concejalas de 394 curules en Córdoba (21,57%) y 56 de 306 en Sucre (18,3%). De otra parte, el 26,67% de las alcaldías de Córdoba son dirigidas por mujeres mientras que en Sucre es aún menor: el 7,69%.

Porcentaje de mujeres electas en 2015 en Córdoba y Sucre

Autoridad local Córdoba Sucre
Alcaldías 26,67% 7,69%
Asambleas 7,69% 36,36%
Concejos 21,57% 18,3%

Fuente. Elaboración propia con base en los datos de la Registraduría

Vayamos al escenario nacional. En el Congreso de la República la radiografía anterior es similar. Según ONU Mujeres y el PNUD, solo el 19,75% de mujeres ocupan un asiento en la corporación (18% en el Senado y 21% en la Cámara de Representantes), luego de las recientes elecciones legislativas de 2018. Lo señalo de otra manera, 1 de cada 5 curules en el Congreso es ocupada por mujeres.

Esta realidad se pone en evidencia cuando se compara a Colombia con otros países. Según la Unión Interparlamentaria, Colombia ocupa el lugar 104 de 193 países del mundo en número de mujeres en los congresos. En las Américas, el país ocupa el puesto 23 de 35 naciones. ¿Saben quiénes ocupan los primeros lugares? Quiero destacar los casos de Bolivia, Cuba, Nicaragua, México, Costa Rica, Argentina y Ecuador. ¿Saben por qué? Porque han aprobado leyes para garantizar paridad: 50% mujeres y 50% hombres. Paraguay en este momento está a pocos pasos de unirse a este club. Esperemos que así sea.

Advirtiendo este panorama para Colombia, ¿no están viendo que la balanza está desequilibrada en favor de los hombres? Para mí, sí. Más claro que el agua no se puede. Tenemos una enorme deuda: la igualdad de género en la política, o mejor, la paridad.

¿Por qué? Las decisiones políticas con pocas mujeres no transforman a la sociedad. La democracia sin mujeres es como tener un equipo de fútbol desmotivado, sin los mejores y sin dirección técnica. Además, es paradójico cuando las decisiones que tienen que ver con las mujeres, la toman los hombres. Imagínense como cambiaría una política pública de salud materna, de infancia o una de seguridad ciudadana con presencia de mujeres. Las soluciones podrían ser distintas. Incluso las prioridades del presupuesto público serían diferentes.

Basta con mirar los logros de la bancada de mujeres en el Congreso. Han conseguido leyes o acciones públicas como: la cuota en cargos de decisión públicos; mujer rural; prevención y sanciones de violencia y discriminación; la creación del feminicidio como delito; la ampliación de la licencia de maternidad; protección de víctimas de crímenes de ácido y una buena dosis de políticas públicas. Estos son los resultados jugando un partido con un 5 a 0 en contra, y con menos jugadores. ¿Qué tal si fueran más mujeres de las que hoy nos representan? ¿Y si mejor las dejamos jugar en igualdad de condiciones? En ese partido ganaríamos todos.

En Colombia existe actualmente una cuota de género del 30% que aplica desde 5 o más curules -no tiene paridad, no se aplica en todo el país y no hay alternancia entre hombres y mujeres-.  Tuvo un éxito en aumentar el número de mujeres candidatas en el país. Sin embargo, no ha garantizado la presencia de mujeres en los cargos de decisión de la política. ¿Qué se requiere? Que el país se una al equipo de la paridad, y el balón está en la cancha del Congreso de la República. Actualmente, hay un proyecto de ley de reforma política presentado por el Gobierno que incluye paridad en las listas para el Congreso, Asambleas, Concejos y Juntas Administradoras Locales. Apenas está iniciando este debate, y es el momento oportuno para que el país demuestre su talante y compromiso con la paridad en la política.  ¡La igualdad también es un asunto de hombres!

Mario Ruiz Soto

Profesional en Gobierno y Relaciones Internacionales
Universidad Externado de Colombia
Twitter @marioruizsoto