Redacción. Córdoba es cuna de la biodiversidad, y aprovechando la celebración del Día Internacional de la Diversidad Biológica, cada 22 de mayo, organismos de protección y cuidado ambiental han realizado un recorrido por distintos municipios para detectar y dar soluciones de conservación de la diversidad ecológica que hace única este suelo.
El Sistema Regional de Áreas Protegidas (SIRAP) del Caribe, en conjunto con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Fundación Herencia Ambiental, promotores del proyecto Conexión BioCaribe, llevaron a cabo una inspección en poblaciones que han sufrido con la ola invernal, debido al deterioro del sistema natural, iniciando en el corredor del Bajo Sinú.
Dicho corredor va desde Parque Nacional Paramillo hasta el Complejo Cenagoso del Sinú.
Según explicó Adela Patricia Castro, secretaria ejecutiva de SIRAP, el propósito de este proyecto es generar estrategias de conservación con las comunidades que permitan restaurar la esencia del sistema natural.
«Tenemos que generar unas barreras naturales para mitigar el invierno y también tener abastecimiento de agua en época de sequía y que los cultivos no sufran», detalló la ambientalista.
Recordó que Córdoba tiene en estado crítico todo su sistema natural de bosques y vegetación indundable.
Sobre las especies protegidas, la dama detalló que, en total, en toda la Región Caribe hay un 80 %.
Y, en el plan de trabajo de estos aliados ambientalistas está priorizar la conservación de los mamíferos.
El jaguar, el chavarrí y el manatí son tres de las especies de especial cuidado en suelo córdobes.
Además de Córdoba, los otros corredores de conservación están en los departamentos de Sucre, Bolívar y la región Caribe de Chocó y Urabá.
Actualmente, Conexión BioCaribe está apoyando la estrategia Zenue en Lorica y Purísima para la adaptación al cambio climático y control de inundaciones.
►Audio Secretaria Ejecutiva SIRAP Caribe